sábado, 27 de junio de 2009

Son los sonetos que leí en el Sanmillano 2

SONETO DE JACTANCIA

No escribo con afán de que me leas
ni expreso mi sentir por complacerte,
no me importas, no quiero conocerte,
no quiero verte aunque tú si me veas.

No pretendo imponerte mis ideas
ni halagarte y de nada convencerte,
ni en laberintos léxicos perderte,
ni voy a presumirte mis preseas.

Me da igual, aunque tú no me lo creas,
si mis palabras logran conmoverte
o si piensas que es sólo verborrea.

Reniego del placer de merecerte,
loco o cuerdo, no interesa quien seas,
dejo las alabanzas a la suerte.

SONETO DE LA VIDA

¡Qué tan simple parece nuestra vida!,
qué llana, qué directa, que tangible,
con esa sencillez indivisible;
con esa calma nunca removida.

Espejo que refleja nuestra historia
a cada instante, santa o depravada;
carne, huesos, enigma, polvo, nada...
¡Qué más da, el infierno o la gloria!

Vida inútil, falsía, trasnochada,
pasas por la penumbra, transitoria,
y para renacer, ¿quedará el alma?

¿Cuándo podremos ya cantar victoria?
Si la muerte nos ciñe trastornada...
¿Tendrá caso vivir llenos de euforia?

SONETO DE LA SANTA MUERTE

Sin placer ni dolor, la Santa Muerte,
sin gozar ni sufrir, la muerte lenta,
herido por puñal, muerte sangrienta,
no hay distinción para la dulce muerte.

Quedarse en la quietud, pálida muerte,
estallar con la muerte truculenta,
morir en la batalla, muerte cruenta,
o arrullarse en tus brazos, tierna muerte.

Fenecer cuando niño, triste muerte,
vegetar con la muerte macilenta,
montar sobre tu grupa, rauda muerte.

Seguir tu huella, misteriosa muerte,
estrellarse con la muerte violenta,
inexorable y justa Santa Muerte.

SONETO DE COMPETENCIA

Probemos, mi emoción y tu intelecto,
atravesemos el río de la vida,
tú cruzarás por el camino recto,
yo seguiré mi ruta preferida.

Será Hegel el guía de tu proyecto
y la ilustre razón será tu brida,
yo llevaré mi corazón abierto,
el Quijote será mi compañía.

Los dos haremos siempre lo correcto,
yo iré riendo y soñando sin medida,
tú en la dialéctica de lo concreto.

El formalismo te llevará a la orilla,
yo quedaré perdido y circunspecto...
¿Tú sigues teorizando todavía?...

SONETO PARA UNAS NALGAS

Aparición insólita, soñada,
su redondez, su ritmo, su cadencia,
mórbida carne, rito, complacencia,
atrapó de los hombres la mirada.

Ánforas griegas, fruta almibarada,
elixires de Baco, quintaesencia,
esferas de placer, concupiscencia,
néctar de dioses, fantasía lograda.

Mil noches de placer acumuladas,
eróticas montañas, turbulencia,
ansias del circunspecto, malogradas.

Pasó de largo sin decirme nada,
era Venus, era cruel su indolencia,
eran perfectas sus divinas nalgas.

SONETO DE CONTEMPORANEIDAD

Asesino del tiempo, tengo prisa,
acumulo emociones, no recuerdos,
desconfío siempre de los hombres cuerdos
y no me agrada regalar sonrisas.

Soy un hombre de hoy, un cibernauta,
me deslizo entre efímeras pasiones,
son virtuales todas mis sensaciones,
soy enemigo de la gente incauta.

No creo en el amor, no voy a misa,
con nadie en este mundo estoy de acuerdo
y si alguien me agrede lo hago trizas.

Así es mi vida, plena y desalmada,
es odioso vivir con ilusiones,
si muero, qué más da, no importa nada.

SONETO DEL VIVIR

Caminar sin premura por las calles,
disfrutar cada paso, cada rosa,
reparar nuevamente en los detalles,
ser viento, nube, polvo, poca cosa.

Trasponer los abismos, ver el valle,
vibrar como una nota estrepitosa,
brindar amor, no importa dónde te halles,
seguir el vuelo de una mariposa.

Hacer el bien aunque la gente falle,
volver el mundo de color de rosa,
sentir placer hasta que te desmayes.

Ser gota de agua, luz esplendorosa,
aunque digan que en la locura rayes;
¡vivir, vivir, vivir, la vida hermosa…!

jueves, 18 de junio de 2009

Viva el Sanmillano

El próximo lunes 22 de junio se celebra el Sanmillano, a las 7 de la noche, en el espacio cultural Gargantúas; es un festival de la palabra al que me invitaron a participar

miércoles, 16 de abril de 2008

Entrega total

Desde la intertextualidad entre el sexo y la academia, a ver qué les parece


Gracias, María Magdalena...

Por ubicarme
de manera consciente y sin presiones
en el punto Ge de mi trayectoria profesional.

Por darme la mano
para escalar airosamente
el Monte de Venus de la superación.

Por ayudarme a salir
del anquilosamiento genital
de la mediocridad.

Por permitirme degustar
el hedonismo heterogéneo
de la verdadera formación.

Por atraerme
con la inquietante y sutil tentación
del estudio de la realidad real.

Por enseñarme a copular
sin inhibiciones
con la investigación.

Por mostrarme
el pubis fértil de la etnografía
y la andropáusea del socioempirismo.

Por señalarme el camino
para andar entre la zona erógena
del análisis y la síntesis.

Por decirme
como sonrojar sin veleidades
el pudor de la crítica.

Por darme el valor para
defender testicularmente
mis argumentos.

Por confiarme el secreto
de cómo estimular
las hormonas intelectuales de los profesores.

Por indicarme cómo penetrar
justo en la mejora continua
de la calidad educativa.

Y, entre otras cosas, también te agradezco...

Por la chinga dolorosa y placentera
de convertirme en investigador.

Por haber aprendido a tolerar
el sadomasoquismo positivista.

Por desmitificar el Eros inmaculado
de la realidad escolar.

Por el erotismo exacerbado
de la autenticidad existencial.

Por el coito amoroso
con los libros selectos.

Por la flagrante masturbación
de la otredad.

Por la eyaculación
de la conciencia hegeliana.

Por el inquietante placer
de la educación holística.

Por la líbido decantada
en derroches de enseñanza.

Por la caricia fortuita
del verdadero aprendizaje.

Por la insaciable y riquísima sensación
de evidenciar lo aprendido.

Por desacralizar el sexo enmarañado y pudoroso
de la escuela.

Por la furiosa fornicación
con la dialéctica.

Por el orgasmo doloroso
de la verdadera praxis.

Por derramar, en el lugar preciso,
el semen de mi vocación magisterial.

Sí, María Magdalena,
porque la docencia compartida
es un acto de amor
que produce frutos sabrosos, perennes e inconmensurables.

Tomás Corona/2002

miércoles, 2 de abril de 2008

Soneto corrompido

Quiero estrenar mi blog con este soneto que escribí ha tiempo, a ver que les parece

Es tanta la gente que me ha chingado
y tantos los cabrones que me han jodido,
que con rabia desdén y desagrado
reniego del pinche hombre corrompido.

Fue por pendejo, más que por descuido,
por creer que es oro todo lo dorado,
cualquier hijo de puta mal nacido
con mis mejores bienes se ha quedado.

El amigo más fiel me ha traicionado,
mis hermanos de sangre me han vendido,
estoy como Jesús crucificado.

A pesar del horror de lo vivido,
aún creo, feliz y enamorado,
que el mundo es bueno y que tiene sentido.